¿Alguna vez te has preguntado cuál es el origen del abanico? ¿De dónde proviene la tradición de usarlo? Este accesorio, que combina elegancia con funcionalidad, ha formado parte de la cultura durante siglos. Incluso, es más antiguo de lo que quizás imaginas.
Quédate a conocer su fascinante historia, evolución y cómo ha pasado a ser regalos originales de empresa, una herramienta de promoción efectiva para las empresas en la actualidad. Verás que tú también puedes aprovechar su encanto y practicidad para impulsar tu marca.
Orígenes antiguos del abanico
El origen del abanico se remonta a la antigüedad. Lo sabemos porque se han encontrado evidencias de su existencia en varias culturas alrededor del mundo. Por ejemplo, los egipcios, persas, griegos y romanos antiguos pertenecientes a las clases pudientes ya lo usaban.
Es cierto que es difícil determinar quién inventó el abanico moderno, pero se sabe que ha sido utilizado en diferentes formas y materiales desde tiempos remotos.
¿Quién inventó el abanico?
El abanico fue inventado en la antigua China. Al principio, eran simples dispositivos que se utilizaban para aliviar el calor y consistían en hojas de palma o plumas que se sujetaban a un marco.
Con el tiempo, diversas culturas lo adoptaron y lo fueron adaptando a sus propios estilos. Por ejemplo, en Japón, nació el «sensu”, un abanico plegable decorado, que pasó a formar parte de la vestimenta ceremonial y la cultura japonesa.
El abanico en la Edad Media y el Renacimiento
En el siglo XVI, el abanico llegó a Europa de la mano de los navegantes y comerciantes portugueses. Adquirió más relevancia y se convirtió en un accesorio de moda imprescindible para las mujeres de la alta sociedad. Para entonces, estos accesorios representaban estatus y refinamiento, razón por la cual se fabricaban con materiales lujosos como seda, encaje y marfil.
En la Edad Media y el Renacimiento, los abanicos no solo seguían cumpliendo una función práctica, sino que también se convirtieron en una forma de comunicación no verbal.
Mediante gestos y movimientos elegantes, las mujeres enviaban mensajes codificados a sus pretendientes o expresaban emociones sin decir una sola palabra. Este “lenguaje” era una forma sofisticada de comunicación social entre la élite.
La Era Victoriana y la popularización del abanico
Durante la Era Victoriana, en el siglo XIX, el abanico alcanzó su máxima popularidad en Europa. Gracias a la industrialización, fueron más accesibles para la clase media y se comenzaron a usar como accesorio de moda esencial para las mujeres sin importar su situación económica.
Los diseños de los abanicos se volvieron más elaborados y creativos, por ejemplo, se les pintaba a mano, se incrustaban joyas y encajes. Lo que hizo que se convirtieran en sinónimo de estilo y elegancia y complementaran los atuendos de la época.
Los abanicos en el Siglo XX y XXI
Con la entrada del siglo XX, el uso del abanico comenzó a decaer. ¿La razón? El surgimiento de tecnología moderna y dispositivos más eficientes para aliviar el calor. Sin embargo, nunca desapareció del todo.
En las últimas décadas, ha resurgido el interés por los abanicos como accesorios de moda y objetos coleccionables. Su diseño ha cambiado y ahora se usan materiales innovadores y diseños vanguardistas.
En nuestro tiempo, son una forma popular de expresar estilo y personalidad, y es común que se les use en bodas, eventos corporativos, ferias comerciales, otras ocasiones especiales y como regalos de merchandising.
El uso de abanicos publicitarios
La versatilidad y el encanto del abanico hacen de él una herramienta de promoción, un regalo publicitario efectivo para las empresas que quieren destacar y captar la atención del público.
Si imprimes tu logotipo o mensaje corporativo en abanicos publicitarios, cada vez que alguien los despliega, tu marca se exhibe. Sin dudas, esta es una forma creativa y práctica de promocionar tu empresa en eventos, ferias comerciales o incluso, puedes entregarlos como obsequios corporativos.
Además de ser un detalle promocional, los abanicos personalizados son prácticos, puesto que pueden ser una solución para mantenerse fresco. Por lo tanto, si los regalas a tus clientes, no solo les ofreces una herramienta útil, sino que también creas un vínculo positivo con tu marca porque les demuestras que te preocupas por su comodidad. Lo mejor es que puedes elegir diferentes tamaños, colores, estilos y materiales para reflejar la identidad de tu marca.

Codés
Mi nombre es Codés (lo sé, nombre peculiar donde los haya), soy publicista de formación y copywriter de profesión.
En esta etapa laboral he tenido la suerte de dar con Grupo Billingham, una de las empresas de referencia en el sector de los regalos personalizados y artículos publicitarios. Aquí me encargo de crear artículos relacionados con los regalos publicitarios, personalizados y de merchandising con el objetivo de que sean útiles y prácticos para nuestra audiencia, ¡cosa que me encanta! Los viajes y la lectura son dos de mis grandes pasiones, ¡siempre me verás planeando el próximo viaje con un buen libro bajo el brazo!